Durante meses, la residencias de ancianos se convirtieron en el foco de atención por las alarmantes cifras de fallecidos. Responsables de equipos COVID-19 denominan su trabajo como "medicina de guerra". La Casa de la Beneficencia fue una de las más golpeadas en Valladolid con 40 fallecidos, aunque solo 11 fueron por coronavirus confirmado. Mientras que en la Residencia de Los Royales, en Soria, fallecieron 60 residentes en dos meses. Se activaron los protocolos de seguridad y los índices de contagio empezaron a contenerse. La segunda ola fue más liviana, pero los brotes seguían sucediéndose. 

En este último año, estos centros pasaron de ser un lugar de estancia de personas mayores, a casi convertirse en centros de salud. Ahora la vacunación ha sido, sin duda, una de las claves para que las residencias vuelvan a recuperar parte de todo lo perdido durante esta pandemia.