La catedrática y activista transexual, Marina Sáenz, cree que si los 16 años son la edad permitida para el consentimiento sexual, para formar parte de negocios familiares o para abortar, esa persona debería considerarse también con la madurez adecuada para declarar su identidad.  

Marina ha destacado en la entrevista de Cuestión de prioridades que los procesos de transición actuales causan un "gran desgaste personal" y que "es muy difícil vivir durante tres años con tu aspecto y una documentación que no te acompaña en absoluto". No conseguir aprobar este borrador de ley Trans sería "una traición para el colectivo", considera que la ley de 2007 no es suficiente: "Se necesitan medidas de inclusión laboral, de amparo en el ámbito educativo o armonizar los tratamientos medicos". La catedrática de Derecho indica que son cambios que han pidiendo desde hace tiempo: "Nos llevan dando largas desde 2008 y además, algunos partidos nos están usando ahora como campo de campaña".