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Arzobispado de Valladolid ante la sanción a San Benito por superar el aforo de 25 personas: "La norma no guarda principios de justicia"

Europa Press

El Arzobispado de Valladolid ha reiterado su petición de modificar el límite máximo de 25 personas en templos después de que este pasado viernes se denunciase el incumplimiento de esta restricción en la Eucaristía celebrada a las 13.00 horas en la Iglesia conventual de San Benito, en la que, según reconoce el Arzobispado, participaron unas 50 personas, por lo que se abrió un expediente sancionador.

"El cumplimiento de las leyes no exime del deber ciudadano de criticarlas y solicitar su modificación. El hecho ocurrido, en su lugar y contexto, pone de manifiesto, en nuestra opinión, que esta norma, no guarda elementales principios de justicia y proporcionalidad", señala el Arzobispado.

"Todos hemos de colaborar en la lucha contra la pandemia y sus consecuencias", agregan desde la Archidiócesis, por lo que instan "al pueblo cristiano y a los presbíteros a poner en práctica las medidas acordadas por las autoridades".

Así lo solicitaron ya los obispos de las 16 diócesis de Castilla y León en un comunicado el pasado 16 de enero, en el que también solicitaron "un cambio en la manera de regular las restricciones de aforo sin haber recibido, hasta ahora, respuesta razonada de la decisión adoptada".

En este sentido, la Archidiócesis de Valladolid critica que el 'numerus clausus' de 25 personas "trata de la misma manera a situaciones desiguales" y pone como ejemplo a la Iglesia de San Benito, "uno de los templos de mayores dimensiones de la ciudad (1.600 metros cuadrados)".

De igual modo, el Arzobispado ve también evidencias de "la falta de equidad de la norma que cines, teatros y otros espectáculos tengan una limitación proporcional de aforo (1/3) y los templos, esa misma limitación de un tercio, pero con un tope máximo de 25 personas".

En los templos, añade el comunicado, "figura en la puerta el aforo permitido y muchos colocan la expresión 'COMPLETO', pero, las recomendaciones de ventilación y de seguridad piden dejar la puerta abierta, por lo que otros fieles pueden entrar y el celebrante no puede impedirlo".

Por tanto, señalan que "el conflicto surge al no comprender que para los católicos es esencial participar en la Eucaristía. Por eso se admite que en las aulas puedan agruparse alumnos; en las fábricas, trabajadores; en trenes y autobuses, viajeros; en los mercados, compradores (como en el anejo a San Benito en el que a la misma hora había más personas que en el templo con un aforo menor)".

"Sin embargo, la participación en el culto cristiano se considera algo prescindible. Es muy importante que los católicos compartamos con nuestros conciudadanos y hagamos llegar a las autoridades esta convicción de fe que, además, es un derecho constitucional", reivindica la Archidiócesis, que, no obstante, afirma comprender la necesidad de que se cumplan las medidas sanitarias, e incluso la reducción de aforo, "pero de manera justa y proporcional".