La alcaldesa de Aranda de Duero (Burgos), Raquel González, reclamó este viernes la implicación “al máximo” del sector bodeguero ante la próxima vendimia en la comarca de Ribera de Duero al no ser solo una cuestión de salud pública, sino que es algo que les afecta, “muy particularmente”, en su negocio. En este sentido, apostó por “extremar” las medidas para “minimizar” el riesgo de expansión del virus a través de este colectivo .
“La situación será muy difícil porque deberán ser los empresarios, los bodegueros, quiénes se comprometan con la calidad del alojamiento de estos trabajadores, que va a tener que seguir unas medidas muy estrictas, porque ya no es sólo que tengan un espacio donde vivir, sino donde estar seguros, porque si están ellos seguros lo estarán también las bodegas y podrán seguir trabajando ya que de otra forma, si uno de ellos se contagia, podría contagiar al resto de compañeros”, advirtió González.
En una entrevista en 'Hoy por Hoy' de la Cadena Ser, González se mostró esperanzada que los 14 días de confinamiento para frenar la expansión del COVID-19 en la localidad en que no sean la “puntilla” para la economía del municipio. “Han sido días muy duros, porque la gente estaba muy triste porque la economía se ha resentido de forma muy importante y el sector turístico estaba muy dañado ya después del estado de alarma y espero que estos 14 días no le hayan dado la puntilla”, expresó.
La alcadesa abogó por la prudencia y reclamó no bajar la guardia tras el fin del confinamiento. No en vano, invitó a la población a que afronte esta nueva etapa tras el fin de estos catorce días de confinamiento con “absoluta” responsabilidad para evitar que haya que volver a sufrir esta medida, respetando las tres premisas principales de utilizar la mascarilla en todo momento, restringir los contactos sociales y extremar la higiene de las manos. “Si volvemos a hacer una vida absolutamente normal como hacíamos antes esto volverá, así que hay que cuidarse y mantener las precauciones si no lamentablemente volveremos a esta situación que yo no lo deseo”, concluyó la edil popular.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, descartó ayer solicitar otra prórroga por el momento para el confinamiento en Aranda de Duero al haber reducido la incidencia notablemente en los últimos días, “lo que demuestra que el aislamiento es eficaz”.
Tras la celebración del Consejo de Gobierno, Casado recordó que los datos del 7 de agosto, cuando se inició, eran de 236 casos y una tasa de 66 positivos por COVID-19 por cada 10.000 tarjetas sanitarias, subió a 107 por cada 10.000 en la mitad del confinamiento y se ha conseguido bajar a 52 casos de tasa gracias “al esfuerzo de los arandinos”. “De momento estas cifras nos permite no hacer nada más, pero seguiremos vigilando. No solicitaremos más prórrogas, pero si vemos que la situación es como al inicio pediremos nuevas medidas”, advirtió.
En todo caso, instó a los arandinos a “cuidarse mucho” porque el coronavirus “sigue circulando por sus calles y entre los vecinos”.