El nuevo plan industrial de Renault para Valladolid y Palencia dependerá de la competitividad que se consiga en la negociación del convenio

Luca de Meo apuesta por híbridos e híbridos enchufables para las plantas de Castilla y León y plataformas que permitan la fabricación de diferentes modelos

Ical

La extensión del nuevo plan industrial de Renault para Valladolid y Palencia dependerá de la competitividad que se consiga en la negociación del nuevo convenio de la compañía que el día 19 retoma sus negociaciones, según expuso este martes el director general de la compañía Luca de Meo, quien aseguró que tiene "mucha confianza" en estas plantas, "que hoy son competitivas, pero en dos o tres años pueden no serlo".

Luca de Meo, quien reiteró que la situación del mercado y del grupo "es complicada", explicó que están diseñando el futuro de la compañía para los próximos seis años, "que espero que no sea como la de los últimos cuatro o cinco" y señaló que hay productos – citó el Captur y el Kadjar - e ideas para implantar en España, como el sustituto de Kadjar, que se pondrán en marcha "si encontramos las soluciones para poder ser competitivos". En este sentido, apostó por "aprovechar" en las plantas de Valladolid y Palencia la tecnología E-Tech para la construcción de vehículos híbridos y enchufables, "un activo importante para el grupo" y la posibilidad de utilizar una misma plataforma para la fabricación de diferentes modelos.

Según indicó, antes de 2030 no va a haber en el mercado un 30 o 40 por ciento de coches eléctricos y la mayoría de los vehículos seguirán siendo de combustión, donde enmarca los híbridos e híbridos enchufables, por lo que tienen "una estrategia muy clara de motores" y pueden "ser líderes" en este segmento.

No obstante, preguntado por la posibilidad de no llegar a un acuerdo en la negociación del convenio, se limitó a señalar: "entonces, tomaremos nuestras decisiones". En este sentido, el vicepresidente del grupo, el vallisoletano José Vicente de los Mozos, recordó que existe sobreproducción de vehículos en Europa y que las fabricaciones "pueden ser en España o en otras plantas".

En este sentido, De los Mozos insistió en la necesidad de proyectar el polo industrial de Renault en España "a cinco o diez años" en la línea del proyecto de reestructuración del grupo que prepara Luca de Meo en el que habrá que "tomar decisiones en función de la competitividad", algo que "no es para un año, sino para el futuro". En ese sentido, indicó que las propuestas del convenio son de "360 grados" e incluyen no solo costes, sino flexibilidad, calidad del trabajo, formación, etc.

Competitividad de Palencia y Valladolid

Luca de Meo, quien recordó que "España después de Francia es la segunda casa de Renault" incidió en que, a pesar de las buenas cifras actuales, las planta de Castilla y León deben ganar competitividad porque las inversiones que se requieren son importantes y, con una situación de "escasez de recursos" como la que vive en la actualidad el grupo "debemos saber bien dónde ponemos nuestro dinero". "Yo tengo 38 fábricas y mi trabajo es decidir dónde tengo que apostar", remarcó.

En este sentido, señalaron que el Grupo Renault está aun en una etapa de definición de los proyectos y poner ideas sobre la mesa, antes de entrar en un proceso "muy feo" de negociación para la asignación de planes y modelos a las distintas fábricas, pero De Meo mostró su confianza en los directivos del grupo en Palencia y Valladolid, "que se dejarán la piel en sacar los proyectos".

Para hacerlo, insistió, "se deben dar las condiciones necesarias" y, posteriormente, "un apoyo de las autoridades en temas financieros y de reglas de juego, de seguridad jurídica". En este sentido, abogó por un "acercamiento homogéneo" en Europa en la adaptación de los plazos para la entrada en vigor de la homologación WLTP, que endurecerá las pruebas de emisiones y por lo tanto provocará un aumento en el impuesto de matriculación, algo que, en España, "no ayudará a la renovación de un parque que tiene una media de 12 años y que va a aumentar con la crisis".

En este sentido, adelantó que trabajan con el Gobierno para adaptar los plazos y señaló también que "es el momento" de bajar los costes energéticos y apuntó José Vicente de los Mozos ya trabaja en un plan para que las fábricas del grupo tengan cero emisiones "muy pronto".

Líder en España

Luca de Meo, quien mantiene este martes sendas reuniones con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y con el Rey, señaló también que no percibe en el Ejecutivo "una voluntad muy fuerte de política industrial" y señaló que el reto "importante" del país respecto al sector del automóvil es "dar el salto para extender la cadena de valor". "España es una buena plataforma de manufactura, pero dada la situación lo único que puede hacer es poner en el mercado coches más grandes porque los pequeños no logran rentabilidad", explicó, para concluir: "si se queda ahí puede llegar un país y ser más competitivo", como ya ha ocurrido con localizaciones en Marruecos o Rumanía, con costes salariales más bajos. "El riesgo es que no se adapte a la transformación del sector hacia los servicios", añadió.

El director general de Renault señaló también que su objetivo es que el grupo vuelva a ser líder en España no tanto en ventas como en ingresos y reputación. En este sentido, manifestó que la compañía debe tener una elevada cuota de mercado, dada la baja rentabilidad que tiene la comercialización de coches respecto a otros países europeos como consecuencia de la competencia de los fabricantes en el país. También, quieren recuperar la reputación y la satisfacción del cliente para que la empresa vuelva a ser la marca "más querida" por los españoles.

Por último, vaticinó que el mercado del automóvil no se estabilizará hasta el año 2022, aunque dijo prever un deseo en los consumidores de comprar en "cuanto se levante la jaula" y se normalice la situación. "Espero que en primavera o verano del año próximo se produzca un rebote porque lo necesitamos", concluyó.