El Gobierno asegura que la situación se normaliza en Ceuta. Ya han sido devueltos a Marruecos 6.500 de los 8.000 inmigrantes que entraron en España de forma ilegal. El Ministro del Interior explica que la mayor parte de los menores están siendo requeridos por sus familias y confirma tajantemente que lo vivido esta semana no fue una crisis migratoria.

La Unión Europea se ha unido a la presión a Marruecos para el control de sus fronteras. Le advierte de que si baja la guardia en el Estrecho, peligran las ayudas comunitarias que reciben, más de 13.000 millones de euros desde 2007.

Sobre el terreno, la frontera en Ceuta confirma su segundo día de tranquilidad. Aun así todavía hay cientos de inmigrantes vagando por la ciudad que piden poder quedarse en España.

Parece amainar una crisis que ha costado la vida a dos migrantes. El último, un joven magrebí de 16 años, que falleció ahogado mientras intentaba alcanzar la costa española. El cuerpo fue encontrado en la playa del Tarajal este jueves pero podría haber muerto en la llegada masiva del lunes.