SALUD

Científicos leoneses participan en la edición de un libro internacional sobre terapias antimicrobianas y alertan: "Nos estamos quedando sin arsenal"

La publicación en la que han participado propone un equilibrio entre los abusos y las terapias avanzadas, porque esta pandemia ha demostrado lo frágil que puede ser la humanidad

Castilla y León Televisión

El mal uso que hacemos de los antibióticos, tomándolos cuando no se debe, provoca la aparición de resistencias. Investigadores de la Universidad de León han participado en la edición de un libro internacional sobre terapias antimicrobianas y han detectado una preocupante bajada de investigaciones de nuevos antibióticos.

Dice la OMS que en 2050 habrá 10 millones de muertes por infecciones imposibles de tratar. De ahí la importancia del descubrimiento de nuevos antibióticos.

José Luis Barredo, Director de las plantas de Albany Molecular Research Inc. (AMRI), localizadas en el Parque Tecnológico de León y en San Cristóbal de Entreviñas (Zamora), y Carlos Barreiro Mendez, Director Científico del Instituto de Biotecnología de León (INBIOTEC), han editado el libro titulado 'Antimicrobial Therapies. Methods and Protocols' de la editorial estadounidense Springer, en el que se revisan los avances más recientes en las terapias antimicrobianas mediante el uso de antibióticos.

Carlos Barreiro recuerda lo que ya deberíamos de saber: "tomamos antibióticos erróneamente cuando tenemos una gripe o un resfriado, Sabemos que no nos va a hacer nada porque son de origen vírico". Pero este científico también señala que una parte importante del problema a la resistencia de los antibióticos está en el uso en granjas. Precisamente el control de agencias reguladoras en clínicas agrícolas y ganaderas está provocando que las empresas reduzcan sus programas industriales de estos fármacos. "No vamos ahora a demonizarlos. Siguen siendo la primera línea de batalla de muchas de las enfermedades que tenemos, pero nos estamos quedando sin arsenal", alerta Barreiro.

Los protocolos colocan los últimos descubrimientos a la cola a la hora de aplicarlos en pacientes, todo lo contrario que ha ocurrido con el COVID. Esto les hace menos rentables económicamente.

La publicación en la que han participado propone un equilibrio entre los abusos y las terapias avanzadas, porque esta pandemia ha demostrado lo frágil que puede ser la humanidad.