La reforma de la Atención Primaria era la prioridad número uno de la consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, pero el plan Aliste se enquistó desde el principio. Su filtración nada más arrancar la legislatura causó recelos. 
 
El plan se aprobaba en Consejo de Gobierno circunscrito para la zona de Aliste: "No podemos permitirnos tener a profesionales quince horas a la semana conduciendo para 10 horas de atención", indicaba la consejera en noviembre de 2019.

Se hizo mucha pedagogía en la zona para destacar que no se cerraban los consultorios sino que se creaban los consultorios rurales de agrupación. Su puesta en marcha se tuvo que retrasar hasta marzo de 2020, apenas estuvo en vigor quince días cuando la pandemia lo paralizó todo.

Después de este verano, Sanidad creyó necesario retomarlo, pero en esta ocasión ha sido el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha frenado su aplicación.