El incendio declarado el pasado sábado en San Felices de Gallegos, en Salamanca y que está controlado desde la pasada noche ha calcinado 100 hectáreas de arbolado, principalmente quejigo y roble, y de dehesa de encina, además de otras 60 de pasto y escobas, según el parte remitido por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que confirmó que el origen del mismo fue intencionado.
Aún trabajan en el lugar dos agentes medioambientales, un equipo de lucha integral forestal (ELIF), tres autobombas y dos cuadrillas de tierra. El fuego alcanzó el sábado nivel 1 por la peligrosidad y la previsión de superar las 30 hectáreas calcinadas, como finalmente ha sucedido.
Por otro lado, el incendio originado en Bermellar, también en Salamanca e igualmente de carácter intencionado, se saldó con 50 hectáreas de roble y encina, y casi cinco de pasto. En el incendio, que también está controlado, permanecen para evitar que se reavive, dos agentes medioambientales, un helicóptero con base en Guadramiro, dos ELIF, tres autobombas y dos cuadrillas de tierra. Durante la tarde del sábado, entre ambos incendios, emplearon a 11 medios aéreos.