En 2023 los vehículos con motor de combustión: gasolina o diésel, no podrán circular por las llamadas zonas de bajas emisiones en las ciudades de más de 50.000 habitantes. En Castilla y León ya están tomando medidas para alcanzar ese objetivo, pero solo Valladolid ha puesto fecha estimada para su implantación.

Los cascos históricos de las ciudades han comenzado ya sus proyectos aprovechando las nuevas limitaciones de velocidad y sus cascos históricos se van convirtiendo, si no lo eran ya, en plataformas únicas a 20 km/h. En muchos casos, como Ávila, con pruebas de lo que podría ser esa zona de bajas emisiones.

En Salamanca están estudiando cómo y cuándo ejecutar esas limitaciones. Mientras, en Zamora también han optado por hacer de la zona intramuros ese espacio para luchar contra el cambio climático. Lo primero será realizar calles de plataforma única.

El objetivo es mejorar el aire por una cuestión de salud. La Unión Europea cifra en más de 38.000 las muertes prematuras ligadas a la mala calidad del aire solo en España.