El ayuno intermitente se ha puesto de moda por sus beneficios y sobre todo, por la publicidad que han hecho los famosos. Se trata de una práctica nutricional milenaria: "Consiste en distribuir las jornadas del día en unas horas en las que se ingiere alimento y otras en las que no", indica la diplomada en Nutrición Humana y Dietética, Isabel Caballero. 

Hay muchas variantes que se organizan en funcion de los horarios del ayuno. Deben oscilar entre las 10 y las 14 horas sin alimentarse. El más popular y extremo llega hasta las 16 horas de ayuno y 8 para ingerir alimentos. Este método tiene sus riesgos si no se hace bajo asesoramiento especializado y es perfectamente remplazable. Los nutricionistas destacan que  con esta práctica se puede perder masa muscular o déficit de hierro.

No quiere decir que no sea una alternativa que mejore la salud. Se ha demostrado que el reposo digestivo nocturno es beneficioso. Los expertos recomiendan complementar el ayuno con una alimentación sana, beber agua, café o infusiones durante ese período. No todas las personas pueden realizarlo: está prohibido en embarazadas, personas mayores o enfermos con trastornos alimenticios.