La violencia juvenil está en el punto de mira. Siempre ha existido, pero "quizá lo que llama la atención es que se llegue a determinados niveles de violencia", dice Miguel Vicente Mariño, sociólogo en la Universidad de Valladolid. Esa brutalidad es la que ha acabado con la vida de tres jóvenes en España en los últimos cuatro meses. En todos los casos, violencia en grupo. El pensamiento de algunos jóvenes pasa por "seguir al grupo para que me acepten", dice la psicóloga Conchi de La Calle.

Aquí en Castilla y León, un universitario moría apuñalado en mayo en León mientras hacía botellón con unos amigos. Aparentemente la pelea se producía sin motivo. "Tenemos violencia en todos los medios, está tan cercana, es una referencia más", explica esta psicóloga. Está en el mundo audiovisual y en las redes sociales, donde algunos encuentran el refuerzo positivo. "Le dan un valor a que alguien retransmita esas barbaridades; hay que plantearse el porqué se está llegando a esas conductas", apunta Mariño.

Frustraciones, desenfreno o llamadas de atención que se consolidan con el interés mediático. El Ministerio del Interior ha anunciado que incluirá en su plan para coordinarse frente a grupos violentos a bandas como la de la brutal paliza a un joven en Amorebieta, en Vizcaya.