Estrategias europeas como ‘De la Granja a la Mesa’, el Real Decreto Nacional sobre Fertilización Sostenible, o la inminente aprobación del Plan regional de Actuación en las Zonas Vulnerables, está obligando a los agricultores a replantearse el modo de ‘alimentar’ sus tierras.

Dentro de las opciones cada vez tiene más importancia el uso de bioestimulantes entre los que se encuentran los que basan su formulación en extractos de algas, y microorganismos. Su empleo no sustituye la aplicación de fertilizantes, pero si complementan su efectividad.

No sustituyen la aplicación de fertilizantes, pero lo que se ha podido comprobar es que si aplicas menos dosis de estos, y empleas bioestimulantes las producciones se mantienen en los niveles habituales. Sin embargo, si aplicas la dosis de fertilizante habitual, los rendimientos se incrementan.