La variante Delta del coronavirus no solo supone un aumento del número de los contagios y una amenaza para la campaña turística del verano, también es ya un reto para el sistema sanitario. Un estudio del King's College de Londres ha observado nuevos síntomas similares a un catarro común: moqueo, fiebre y dolor de cabeza. Ya no aparece con tanta frecuencia la tos o la perdida de olfato y gusto. Aunque no sorprende a los médicos, ya que se comporta como la gripe, sí que les dificulta el diagnóstico: "Puede haber muchos asintomáticos o que no le den importancia a estos síntomas", indica el catedrático de virología de la Universidad Complutense de Madrid, Víctor Jiménez. 

Lo que aún no está claro es si esta variante causa también una enfermedad más leve porque, sobre todo, está afectando a jóvenes que desarrollan un cuadro sin gravedad:  Aun así, los expertos indican que es un 60% más contagiosa que la británica y se prevé que sea la dominante en España en pocas semanas.