Castilla y León ya ha entrado en la tercera ola. No sólo lo dicen los expertos, los datos ya reflejan los efectos. Las Navidades, las reuniones familiares y los desplazamientos dejan más contagios, fallecidos y mayor precisión hospitalaria en la Comunidad. Aumenta la velocidad de propagación del coronavirus. El pasado martes los casos se duplicaban en comparación con el día anterior. El índice reproductivo se sitúa por encima de "1"en todas las provincias de Castilla y León. En cambio, el 25 de diciembre se encontraban por debajo. Las más preocupantes son Ávila y Zamora.

En cuanto a la incidencia acumulada, que tantos días llevaba en caída, ha vuelto a repuntar desde que empezó la Navidad. Preocupan Palencia y Segovia, que se encuentran por encima de 300 casos por cada 100 mil habitantes.

Precisamente en Palencia registran la mayor tasa de camas UCI ocupadas por casos COVID, junto con Zamora. La única provincia que tiene cifras moderadas es Salamanca, con un 9 por ciento.

Y ojo, también se va perdiendo la trazabilidad. Mientras en Soria se localizan el 86 por ciento, el Valladolid algo menos del 57. Los datos no invitan al optimismo y la Comunidad ya se sitúa en nivel de riesgo extremo.