Después de dos años, los alumnos de segundo de primaria del Colegio de Lourdes en Valladolid han vuelto de excursión. Había ganas e ilusión por "hacer cosas nuevas" como decían los más pequeños. Las excursiones son una forma de romper con la rutina, conocer el entorno y "hacer nuevos amigos". Los alumnos no eran los únicos que estaban contentos, también los profesores: "Felices, motivados, entusiasmados, ellos y nosotros", decía Lourdes Macho, tutora de 2º de Primaria Colegio Lourdes en Valladolid.
Han visitado una bodega, han aprendido cómo vendimiar y han estado con varios animales en la Granja Escuela. Las excursiones son "oxígeno para ellos" pero también una forma distinta de aprender: "Se lo pueden imaginar en clase pero esto que vamos a hacer hoy lo van a poder sentir, tocar", comentaba Ana González, profesora de 2º Primaria.
Esta granja escuela llevaba 18 meses sin recibir las visitas de los colegios que llegan a aportar el 75% de sus ingresos. Recibir excursiones también es un soplo de aire fresco para los propietarios: "Volver a tener esperanza, que este proyecto pueda salir adelante, pueda continuar, podemos volver a trabajar y eso para nosotros es muy importante", explicaba Pady Miranda, coordinadora de la Granja Escuela de las Cortas de Blas.