Mezcla de ilusión, nervios y medidas de seguridad en la vuelta del fútbol base a la competición. Sin duda, un día digno de ser inmortalizado.

Más de un año llevaban sin competir y la espera se ha hecho bastante larga para los niños y para los padres que han tenido que vivir este regreso desde la distancia.

Más de 17.000 futbolistas en Castilla y León han renunciado a disputar estas competiciones exprés a la espera de que la situación mejore.

En Ávila, también han vuelto los goles, a pesar de que las diferencias entre Ayuntamiento, Federación y clubes habían puesto en riesgo el regreso de la actividad.

Los deportes de sala han sufrido con severidad los estragos del parón. En baloncesto hay más de 200 equipos provinciales parados. Y 500 practicantes de balonmano se han dado de baja durante este año donde el deporte no profesional ha sido uno de los grandes olvidados.