En las colas para vacunarse faltan muchas personas, los más vulnerables. Personas sin hogar o inmigrantes que se encuentran en situación irregular. Judith Sobrino, ténico jurídico de Procomar Valladolid, nos traslada la preocupación de algunos de ellos porque piensan que no van a poder ser vacunados aunque quieran.

Gracias a las diferentes entidades que trabajan codo con codo con los más frágiles, acceder a la vacunación no es una preocupación. Tampoco la pandemia, por el hecho de su situación vital, aunque a veces ellos se vean invisibles. "El hecho de no tener acceso a determinados servicios está muy normalizado. Asumen que es así", dice Sobrino. Vigilan que todas las familias que acojan tengan su salud garantizada, pero necesitan más apoyo.

ACCEM ha hecho un seguimiento sanitario diario desde el inicio de la pandemia a 700 personas dentro de la Comunidad. "De alguna manera hemos visto cómo es más complicado el acceso a la atención primaria y a determinadas atenciones vinculadas a lo sanitario", dice Daniel Duque, director la ONG.

Su objetivo es claro para proteger siempre al más vulnerable. "Lo prioritario es proteger esos derechos fundamentales, bien sea por parte de la administración, bien por parte de las entidadoes, que somos los que tenemos un contacto más diario y más estrecho con los usuarios".

Un alivio para miles de personas vulnerables en nuestro país.