Llevamos muchos meses de adaptación a cambios y problemas, con una exigencia que nos está sobrepasando. En Marzo, vivimos una primera fase de lucha y compromiso que nos dio fuerza para mantenernos en una segunda fase. Pero, ahora, inmersos en la tercera ola, los psiquiatras empiezan a ver el cansancio y el deterioro físico y mental, sobretodo en las personas mayores y en las que viven solas.

"Cuando fracasemos, empezarán a surgir angustias y ansiedades individualmente, que colectivamente se perciben en griteríos, alarmas y altercados", afirma el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Burgos, Jesús de la Gándara.

A estos cambios ahora se añade el de la luz: anochece pronto y esto afecta emocionalmente y al sueño. Los expertos recomiendan adaptar las actividades a los horarios de luz o comprarse una lámpara de luminoterapia. Si no nos adaptamos, el cortisol -la hormona del estrés- se nos va a agotar.

Para superar este tiempo, los psiquiatras dicen que necesitamos normas claras que nos aporten tranquilidad. Esa que tanto necesitan los que tienen fobia al contagio. Cada vez más personas tienen miedo a la proximidad física.

"¿Y cuál es la vacuna contra la distancia? Este es un problema porque no la tenemos. La mejor vacuna contra la distancia es la seguridad", asegura Jesús de la Gándara.

Para luchar contra la pandemia: mascarilla, higiene de manos y distancia. Porque necesitamos seguridad en estos momentos en los que sólo vemos oscuridad.