En 2020, el año con los mayores titubeos económicos, el número de polígonos se mantuvo en Castilla y León. Se contabilizaban 365 espacios, respecto a los 366 del año anterior. Pero no solo eso: la adquisición de parcelas aumentó el año pasado.

En 2019, se sumaron poco menos de 5.000 hectáreas y en plena pandemia, ese número creció hasta las más de 5.600: un aumento del 15,7 por ciento de la superficie empresarial que se compró. Esta subida, por cierto, afecta a todas las provincias de Castilla y León en todas ellas, el año pasado se consiguió vender terreno para que se instalaran nuevas compañías.

El coronavirus no ha conseguido desequilibrar las cuentas de los polígonos. "Hay empresas que se han resentido, que probablemente no han crecido como tenían que haber crecido, otras que han tenido que parar, algún cierre ha habido, evidentemente", asegura, Alejandro Barrera, alcalde de Villadangos, León.

En el polígono de Villadangos, en León, el suelo industrial está prácticamente agotado y los planes más inmediatos son ambiciosos. "Finalizándose los trámites para ampliar 185 hectáreas el polígono y será el más grande de toda Castilla y León",  asegura, Alejandro Barrera. De momento, este polígono genera más de 4.000 empleos en las cercanías de un pueblo de 1.200 habitantes.

En el Polígono de San Cristóbal, en Valladolid, hay capacidad para más de 1.000 empresas. También se han firmado varias operaciones en el polígono de Villalonquéjar, en Burgos. Solo en el último año, por un valor de más de seis millones de euros. La compra de parcelas no ha dejado de crecer por parte del Instituto para la competitividad empresarial. De hecho, el suelo de Castilla y León ya se sitúa entre los más asequibles de todo el país.