CAMPO

El campo de Castilla y León celebra San Isidro con la esperanza en la cosecha de 2021 animada por las últimas lluvias

El sector también ha agradecido las precipitaciones que, además de "alimenta" los campos y los pastos, garantiza la campaña de riegos con los embalses del Duero al 85% de su capacidad

Europa Press

El campo de Castilla y León celebra este sábado, 15 de mayo, el día de su patrón, San Isidro Labrado, con la esperanza puesta en la evolución de la cosecha de 2021 tras las últimas lluvias que han "animado" la evolución del cereal y de los pastos tras un inicio de primavera seco.

"A mes y medio del comienzo de la cosecha hay que tener todas las reservas a la hora de efectuar previsiones pero, con una lluvia moderada, temperaturas contenidas (ni heladas, ni sofocantes), cierto control en unas plagas cada vez más intensas y si las tormentas de granizo no diezman la producción, podría culminar un año bueno para el cereal, aun quedando por debajo de la cosecha 2020", auguran en concreto desde Asaja.

En la OPA apelan al refranero castellano que dice 'mayo, como encuentra los ríos, así los deja' para expresar su deseo de que este mes deje "las lluvias suficientes" que permitan mantener el nivel alcanzado tras un abril lluvioso en prácticamente todo Castilla y León.

Esas precipitaciones, ha explicado la OPA, permitirían al campo de Castilla y León afrontar la recta final de junio con un "nivel óptimo", aunque menos alto que el año pasado, precisan, y por encima de la media de los últimos diez años, que está establecida en cerca de 6 millones de toneladas.

En un repaso del año agrícola, Asaja recuerda que las siembras se realizaron con "bastantes buenas condiciones", aunque reconoce "algo de merma" en las primeras siegas de los forrajes por la ausencia total de lluvias tanto en marzo como en casi toda la primera quincena de abril.

Asaja asegura que este periodo seco de los inicios de la primavera también perjudicó a algunas zonas de pastos y provocó que algún cultivo, especialmente la cebada, se presentase "más pobre y abierto de lo debido".

Sin embargo, reconoce la OPA, las lluvias de la última parte de abril y primeros de mayo remontaron la situación por lo que el final de la campaña depende ahora de lo que ocurra en la segunda quincena de mayo y en el primer tramo de junio.

En el día del patrón de los agricultores, el sector también ha agradecido a San Isidro la lluvia de los últimos días ya que, además de "alimenta" los campos y los pastos, garantiza la campaña de riegos con los embalses del Duero al 85% de su capacidad. Solo esperan que las tormentas de granizo no diezmen la producción de la remolacha ya nacida, las patatas y la alubia en plena siembra y que después los precios del mercado recompensen el trabajo de tantos meses.

No obstante, la principal petición del sector a su patrón en el segundo año de la pandemia es que ayude a acabar con el coronavirus para regresar a la normalidad en los movimientos y poder recuperar así "un bastión tan importante" para la economía como el turismo, "algo que redundará positivamente en la demanda de nuestros productos", augura el sector.

En el ámbito estrictamente profesional, la petición del sector a su patrón es que la nueva PAC deje a los agricultores y a los ganaderos trabajar y producir para poder contribuir al crecimiento económico del país.

Según lamentan, el segundo de la pandemia obligará a celebrar San Isidro con limitaciones de nuevo y con la imposibilidad de celebrar las tradicionales procesiones aunque esta vez y a diferencia de lo que ocurrió en 2020, sí se podrán celebrar misas en honor al santo y rogativas para que cuaje la cosecha de 2021.