Bajo tierra, Telefónica desplegó cientos y cientos de kilómetros de cable coaxial en los tiempos en los que aún era una empresa pública, hace más de 40 años. En ocasiones ese cable pasaba por terrenos públicos. Cuando no era así, se expropiaba el terreno si la compañía no lograba llegar a un acuerdo con el propietario. Ahora, un juzgado de Medina de Rioseco, en Valladolid, dirime un contencioso por la apropiación por parte de un particular, Fernando Barrilero, de un tramo de cable coaxial que Telefónica ha dejado de utilizar desde que empezó a instalar la fibra óptica.

Barrilero, según publica VozPópuli, dice ampararse en el código civil. Telefónica lleva años sin ejercer un dominio sobre ese cable y cualquiera que lo desentierre pasa a ser su dueño. Tuvo una empresa que durante años ejerció como subcontrata de Telefónica. La compañía le acusa de aprovechar esta circunstancia para conseguir la autorización que le permite desenterrar este cable, del que conoce su recorrido porque también tenía los planos.

El cable que discurre en el tramo entre Mayorga y Villanubla es el que se ha quedado este particular argumentando que Telefónica lo ha abandonado. No sólo ha conseguido el permiso de particulares para acceder a él si no también el de la Junta de Castilla y León. En un primer momento, fue Telefónica quién denunció a Barrilero.

Ahora es éste el que ha demandado a Telefónica. Este caso podría sentar un precedente porque si el juez da la razón a este particular cualquiera podría apropiarse del cable, muy rico en cobre aunque también altamente contaminante.