Diferentes cuadrillas especializadas en tratamientos forestales trabajan estas semanas en los montes de toda Castilla y León para minimizar las consecuencias de un hipotético incendio en verano. Son labores de prevención que también suponen otros beneficios como la ordenación del medio natural y la sostenibilidad del paisaje rural.

Nos hemos acercado hasta los montes de Rozuelo, en El Bierzo, donde la variedad prevalente es el pino negro, un tipo de ejemplar arbóreo que puede durar casi un siglo. El procedimiento para su poda es muy concreto: "Cortar un tercio de la altura, le quitamos una vegetación que no le hace falta y además, favorecemos el crecimiento hacia arriba", indica Valentín Fernández, técnico medioambiental. Este árbol es un ejemplo de masa forestal que fija el suelo ante aluviones, que convive perfectamente con otras especies y que representa una herramienta de protección ambiental pero también de aprovechamiento económico.