En primavera comenzará la excavación de una fosa común de la Guerra Civil ubicada en los terrenos de la Cartuja de Miraflores en Burgos. La iniciativa parte de la familia de Jerónimo Carballera, 45 años, un dirigente socialista y de la UGT que fue asesinado en agosto de 1936 en las inmediaciones del monasterio. Su mujer y sus 7 hijos no lo volvieron a ver: "Necesitamos superar esta fráctura que tenemos en el corazón y encontrar a nuestro abuelo", explica su nieto Luis Antonio Carballera. 

Sus familiares han creado una asociación para promover la excavación de la fosa común en estos terrenos donde creen que reposa su abuelo. El libro "Doy Fe", de Antonio Ruiz Vilaplana, secretario judicial de Burgos en 1936, corrobora esa hipótesis. En esa época el camino de Cortes delimitaba los terrenos de los cartujos y de la Marquesa de Tabuérniga, actualmente unidos: "El muro estaba medio derruido para adentrarse y poder cometer los delitos", indica el arqueólogo director de la excavación, Juan Montero. 

La comunidad cartuja también recuerda los hechos y ha facilitado los permisos para la excavación. A finales de marzo comenzarán los sondeos para localizar la fosa en la que reposan entre ocho y doce personas, cuya identidad tratan de averiguar.