Los niños de Aldeatejada, en Salamanca, no piden juguetes sino un colegio nuevo porque llevan cinco años estudiando en casetas prefabricadas. Los presupuestos de la Junta de este año les dejan con la miel en los labios, el proyecto aparece con una pequeña partida, pero el grueso del dinero no se ejecutará hasta dentro de dos años.

En el colegio Miguel Delibes de Valladolid las familias llevan 13 años pidiendo un gimnasio para los 600 alumnos del centro. Habilitaron una pequeña sala polivalente en la que otros años se podía hacer algo, pero este, con el protocolo Covid y las medidas de distanciamiento, no es viable. Los días de lluvia los alumnos se quedan en sus aulas sin poder realizar actividad física. En 2007 la crisis frustró la construcción y el proyecto quedó en un cajón. Hace un año, 10.000 firmas lograron el compromiso de la Junta. Ahora, por fin aparece una partida inicial de 100.000 euros en los presupuestos.

El mismo tiempo llevan esperando un nuevo conservatorio de música en León. Una promesa que ya desde 2007 tenía que haberse llevado a cabo. El terreno reservado está a la espera de que los más de seis millones presupuestados este año se transformen en máquinas y albañiles trabajando.

En Guijuelo tendrán que esperar tres años para ocupar el nuevo instituto, prometido desde 2010 y anunciado en 2019.