El de Carolina es un caso de éxito del programa de acogimiento en familia ajena que promueve la Junta con Cruz Roja. Ella encontró un hogar en el que crecer y desarrollarse personalmente durante de 15 años. Más de 600 menores se benefician de este programa en Castilla y León.

A los tres años Carolina estaba en un centro de menores porque su familia no podía hacerse cargo de ella. Tres más tarde se convirtió en beneficiaria del programa de acogimiento en familia ajena de la Consejería de Familia gestionado por Cruz Roja. "A los seis años vino una familia y me acogió. A los 18 supuestamente se iba a acabar la experiencia, pero a los 21 se hizo una prórroga de actuaciones y seguí con ellos", explica la protagonista de esta noticia.

Ahora es trabajadora social y agradece a quienes la acogieron que le dieran herramientas para afrontar la vida adulta, además de encontrar en ellos a una nueva familia: "Sigo manteniendo el contacto con ellos, voy los findes a verles y ahora están acogiendo a un par de niños que son hermanos. Somos todos familia numerosa".

Por sus circunstancias el suyo fue un acogimiento permanente, aunque el objetivo es que sea temporal. Es dar un contexto familiar temporal a estos menores privados de su entorno familiar por diferentes circunstancias de su familia de origen y, "el objetivo es el retorno con su familia de origen", explican desde Cruz Roja.

Hay una ayuda a las familias de acogida, pero es un acto de solidaridad con los menores. Además de este programa existe otro de acogimiento en vacaciones para menores de entre siete y 17 años para que tengan una alternativa familiar en verano en estancias de entre 15 días y dos meses.

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