DÍA DE INTERNET SEGURA

El cibercrimen ya es más rentable que el narcotráfico

Ya no hace falta tener conocimientos informáticos para delinquir porque hay a la venta programas para hackear los dispositivos

Lidia Corral

El cibercrimen se ha convertido también en una industria. Ya no hace falta tener conocimientos informáticos para delinquir porque hay a la venta programas para hackear los dispositivos. Generan software malicioso a la carta diseñado para atacar móviles y ordenadores.

El cibercrimen ya es más rentable que el narcotráfico, en 2020 movió un billón de dólares. Es casi el doble que en 2018, cuando costó 600.000 millones, según un reciente estudio de McAfee.

Funcionan con una estructura empresarial con el malware como servicio. "Antes había que saber programar, ahora ya te venden el malware, pagas por él", asegura el presidente de AEI Ciberseguridad, Tomás Castro.

Hay que olvidarnos de un hacker encerrado en su habitación haciendo el mal. Ahora cualquiera con acceso a la Deep Web puede convertirse en un cibercriminal. En su catálogo armas cada vez más sofisticadas, que intentan evadir los escáneres y que no sólo suplantan la identidad de la víctima, también pueden estafarla. El último engaño se está dando cada vez con más frecuencia: suplantan el email de nuestros jefes y envían un correo pidiendo una transferencia urgente. Es difícil de distinguir, pero desde AEI Ciberseguridad afirman que si prestamos atención podremos ver algún detalle que nos haga sospechar. "Letras mal puestas, mayúsculas mal colocadas, letras extrañas".

Pueden llegar a operar como empresas de comunicación ficticias, haciéndonos llegar noticias que parezcan reales. Famosos que aseguran que han logrado un "chollo" gracias a los Bitcoins. Ahora más que nunca debemos ser críticos con lo que vemos en Internet. Y nuestro rastro en redes sociales tiene mucho que ver.

"Cualquier información en redes es una pista fantástica para los cibercriminales, en Facebook, en Instagram; incluso los favoritos que marcamos en Amazon son una puerta de entrada de ingeniería social", advierte Castro.

Con este Big Data generan ataques personalizados, mensajes creados para nuestros gustos, a la espera de nuestro click. Y ojo, podemos tener en nuestro dispositivo malware y que no actúe hasta un tiempo después. El reto ahora es aprender a custodiar nuestros datos, el oro del siglo XXI.