CORONAVIRUS

Cómo se debe tratar la vacuna de Pfizer

Castilla y León Televisión

La vacuna de Pfizer se conserva a unos 80 grados bajo cero y, a ser posible, con una exposición mínima a la luz: casi a oscuras. Con esas temperaturas extremas, su manipulación exige de Equipos de Protección especiales para el personal sanitario.

Cada tubo contiene el material necesario para cinco dosis diferentes. La descongelación puede realizarse de dos maneras: o bien trasladando la vacuna a un frigorífico que estaría a unos cinco grados o dejando los viales directamente a temperatura ambiente. De esta segunda forma, el contenido solo dura dos horas, así que debería aplicarse inmediatamente.

Las enfermeras que la administren deberán voltear el tubo varias veces, sin agitar el contenido, que se diluye después con suero. La desinfección en todo momento debe ser escrupulosa: se hará cada vez que el sanitario extraiga una dosis del mismo tubo. En lo que sí se parece al resto de vacunas es en la zona donde se aplica: en el hombro. Al paciente tendrán que observarle los minutos siguientes, por si surgieran reacciones inmediatas, y se recomienda que no conduzca hasta pasado un cuarto de hora.