CORONAVIRUS

Un centenar de deportistas salmantinos se entrenan en la Plaza Mayor para exigir la reapertura de los gimnasios

Atletas aficionados de varias disciplinas ocuparon el ágora salmantina con una exhibición para reivindicar el deporte como "parte de la solución, y no del problema"

Concentración de los empresarios de los gimnasios de instalaciones deportivas en la Plaza Mayor de Salamanca - Ical
Ical

La Plaza Mayor de Salamanca vivió este sábado una tarde muy deportiva con la celebración de una concentración de atletas, que alcanzó el centenar, y que sirvió para reivindicar la reapertura de los gimnasios y otras instalaciones deportivas. Convocado por la Confederación de Empresarios de Salamanca el acto consistió en la realización de una exhibición de varias disciplinas y la lectura de un manifiesto exigiendo a la Junta de Castilla y León que reconsidere su decisión de cerrar estos espacios.

Esterillas, guantes de boxeo, quimonos, combas y todo tipo de material deportivo ocupó la Plaza Mayor con la intención de demostrar que el deporte es salud. Kárate, judo, boxeo, kickboxing, yoga, zumba o taichí fueron algunas de las disciplinas que se exhibieron durante un evento que congregó además un gran número de espectadores y curiosos. Respetando en todo momento, eso sí, la distancia de seguridad y entrenando con mascarilla. Antes de comenzar, los organizadores propusieron un minuto de silencio para honrar a las víctimas del COVID-19.

Con esta concentración, el sector quiso dejar claro que los establecimientos deportivos son centros esenciales para la salud y no focos de contagio. Tras la sesión, que se prolongó durante apenas 20 minutos y culminó con una sonora ovación, se procedió a la lectura de un manifiesto de protesta dirigido a la Junta de Castilla y León. El manifiesto concluyó insistiendo en que "el deporte debe ser parte de la solución" y reclamando que cuenten con los gimnasios y centros deportivos para salir de la crisis.

Asimismo, los empresarios alertaron de que "el sector está al borde de la desaparición" y advirtieron que no pueden permitirlo. Reclamaron que la Junta tenga en cuenta que son más de 1.000 familias las que viven directa o indirectamente de este sector en Salamanca