Disminuye en Castilla y León el número de declaraciones de la renta en las que se marcan la casilla de la Iglesia. Los contribuyentes no se comportan de la misma manera en todas las provincias de España. Lo que se recauda se distribuye en función de las necesidades de cada diócesis. 

En las últimas cinco campañas de la renta la asignación a la iglesia católica ha disminuido un 20%. Cabe destacar que no es lo mismo lo que se recauda en Soria que en Valladolid, existe una caja de compensación entre todas las diócesis. "Lo que se hace desde la Conferencia Episcopal es un reparto por provincias, por diócesis, en función al número de metros cuadrados, al número de parroquias existentes, al número de sacerdotes", explica José María Conde, ecónomo del Arzobispado de Valladolid.

En algunos casos, como el de parroquias rurales, el gesto de marcar la casilla de la asignación a la Iglesia Católica, a fines sociales o a ambas, significa su supervivencia, sobre todo cuando tienen que invertir en rehabilitación de sus edificios o mejoras de las instalaciones. La escasez de habitantes en los pueblos hace difícil que sean los propios feligreses quienes aporten dinero a estos fines. 

Los que han dejado de marcar la de la iglesia son los que han decidido que el dinero recaudado vaya a parar directamente al Estado.