El Gobierno ha fijado como objetivo que toda la población tenga acceso a Internet de alta velocidad en 2025. En Castilla y León el compromiso es más cercano. La fecha marcada en el calendario es el 2023. La Junta asegura que entonces todos los vecinos de la Comunidad prodrán navegar al menos con 30 megas de velocidad. Mientras tanto, desde las administraciones ofrecen líneas de ayudas a las teleoperadoras para la extensión de la banda ancha. Desde el año 2015 se han empleado en esta partida de manera conjunta 81 millones de euros.

En muchos pequeños pueblos de Castilla y León tienen que hacer rutas obligadas para encontrar cobertura. Sin embargo, poco a poco, los vecinos consiguen que cambie esa realidad. "Como no somos interesantes para otros operadores, pues teníamos que tomarnos la fibra por nuestra cuenta", dice Emilio Utrilla, portavoz de la Asociación Nordesnet.

Así ha nacido un operador que da cobertura a la zona nordeste de la provincia de Segovia. Se nutren de la fibra óptica que ya tenían los cables de la Red Eléctrica. "Reaprovechando la infraestructura existente hemos llevado la misma Internet que hay en Madrid, en París, en San Francisco, en Silicon Valley", nos cuenta Ramón Coca, portavoz del Proyecto Guifi.net.

En Magaña, Soria, ya tienen cobertura a Internet. Con financiación pública han conseguido que una gran compañía instale la antena. "Hoy en día el que no tiene conectividad, el que no puede utilizar su teléfono o Internet, pues al final el tener conectividad es conectarse al futuro", apunta la vicepresidenta de la Diputación de Soria, María José Jiménez.

La misma compañía va a poner en marcha otra torre en la Sierra de San Marcos, también en Soria, para seguir extendiendo la cobertura al medio rural.