Una de las consecuencias conocidas del COVID-19 es que en algunos casos puede llegar a anular el olfato. Sumado a la mascarilla que hemos tenido que llevar desde hace más de un año, ha hecho que nos perdamos muchos olores y aromas que nos rodean.

Daniel Figuero es un arandino que se ha convertido en un especialista del perfume y las fragancias. Opina que "se ha puesto en primer lugar la importancia que tiene el olfato, un sentido al que no le dábamos mucha importancia". Es una voz y una nariz autorizada dentro de un mundo tan subjetivo como el del olfato. A través de su libro titulado 'Contraperfume' este arandino repasa los olores de su vida. "Aparece la estación de Aranda de Duero porque mis abuelos vivían allí. También las bodedas..." Además recuerda su etapa en Salamanca, donde estuvo viviendo unos años.
 
Figuero es uno de los catorce embajadores de Dior a nivel internacional. "Empecé a estudiar psicología y mientras terminaba me metí en el mundo cosmético". Aunque desconoce cuál será el olor que va a venir, afirma que "durante este tiempo de confinamiento se ha estado buscando aromas que recuerden mucho a la naturalieza, a los espacios abiertos..." Confiesa que le apasiona este sentido que nos condiciona tanto, incluso aunque muchas veces no nos demos cuenta.