Más de diez años después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, sus efectos siguen formando parte del paisaje de Castilla y León. Edificios y construcciones, pensadas en su día como viviendas, se quedaron en el camino y aún hoy muchas de estas estructuras se mantienen intactas y sin terminar.

La crisis las dejó congeladas en el tiempo; moles de hormigón y ladrillo sin acabar que quedaron ancladas en el paisaje urbano. La oportunidad llega para algunas de ellas gracias a la iniciativa de algunos ayuntamientos que impulsan su reactivación. "Reactivar estas viviendas es todo un reto porque en muchos casos "Pasan de unas manos a otras, hay muchos inversores". En el video se observan cómo estaban algunos chalets en 2012, expuestos a los ataques de los vándalos.

Recorremos algunos rincones de la Comunidad para conocer más proyectos que quedaron congelados tras el quiebre de la burbuja inmobiliaria.