ECONOMÍA

Las CC. AA. se dividen en tres frentes por la financiación autonómica

Noviembre es la fecha marcada por el gobierno para comenzar a negociar el próximo modelo de financiación

Castilla y León Televisión

 El ejecutivo central tendrá que hacer frente en noviembre a una cuestión que siempre genera enfrentamiento entre las comunidades. De momento, ya se han creado tres grandes grupos con posturas enfrentadas. El primero de ellos, el más numeroso lo forman Castilla y León, Galicia, Aragón, Asturias, Cantabria, La Rioja, Castilla la Mancha y Extremadura. Un segundo en el que se incluye: Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia y el tercero, en el que están Madrid, Cataluña y Baleares

¿Qué defiende cada grupo?

El primero, en el que está Castilla y León exige que se prime el reto demográfico, que se tengan en cuenta el envejecimiento y la dispersión para determinar el coste de los servicios: Eso pasa por cambios relevantes en el actual sistema. El segundo grupo también pide cambios en el reparto del dinero, pero bajo la premisa de un fondo de nivelación porque se consideran regiones infrafinanciadas, y el tercero quiere poner límite a la solidaridad entre comunidades y que prime el total de la población.

Lo definió con precisión el ministro Solbes en 2009, fecha del último acuerdo en esta materia: la financiación autonómica es como cuadrar un sudoku. Exige encajar los intereses de territorios con circunstancias muy dispares.

Jaime Rabanal participó en aquel modelo y ahora representa a Castilla y León en el comité de expertos. Considera que Castilla y León debe apostar por las variables que determinan el coste de la prestación de servicios. La Atención Primaria es un ejemplo, en un territorio con un tercio de los consultorios del país.

Despoblación, dispersión, envejecimiento son criterios que unen a Castilla y León con Galicia, Asturias o Extremadura. Pero crear grupos también puede llevar a la confrontación en un país donde cuesta dialogar. Otras comunidades se unen para defender el principio de ordinalidad.

La financiación autonómica necesita también que el Estado cierre los flecos pendientes del reparto de competencias. Pero la Constitución dicta, en última instancia, los criterios básicos: Igualdad, solidaridad y equidad.