Cargar un vehículo eléctrico en los puntos de recarga rápida puede salir más caro que repostar gasolina: "Hicimos un viaje de prueba entre Madrid y Barcelona donde la carga rápida superaba los 0,79 euros por kilovatio. Saldría a 16 euros por cada 100 kilómetros frente a los 10 euros por cada 100 kilómetros de un vehículo de gasolina", explica el portavoz de la OCU, Enrique García. 

En las electrolineras cada compañía decide el precio. El responsable de la Oficina del Vehículo Eléctrico en Valladolid destaca que el sector privado tiene libertad de precios y "puede establecer tarifas que, normalmente, y en el caso de la carga rápida suele ser más caro que esto". Y esto no es otra cosa que las redes de uso público que existen en algunas ciudades donde el precio de una carga rápida es de 30 céntimos el kilovatio/hora. Más barato aún resulta cargarlo en casa: "En un coche eléctrico se puede circular por un euro los 100 kilómetros cuando en un coche de gasolina es diez veces más", asegura Laurentino Gutiérrez, el delegado de Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos en Castilla y León. Es esa carga nocturna la que compensa tener un vehículo eléctrico. Sin embargo, en Valladolid, han comprobado que es la que más demandan los conductores de vehículos eléctricos. El problema es la distancia entre las estaciones de carga eléctrica, 170 kilómetros, cuando lo ideal sería que hubiera una cada 50.