El comandante Chris Donahue ha sido el último estadounidense en abandonar el aeropuerto de Kabul, es la imagen de la retirada de las tropas norteamericanas tras dos décadas de presencia en el país afgano. Ocurría a las doce menos un minuto de la madrugada. Inmediatamente después los talibanes entraban en el aeródromo. Con la luz del día presumían de la salida de Estados Unidos 20 años después del inicio de la guerra de Afganistán.

El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, ha celebrado este martes desde el aeropuerto de Kabul la "victoria" de la salida de Estados Unidos del país y ha declarado la "independencia total" de Afganistán, al tiempo que ha abogado por mantener "relaciones diplomáticas" con Washington y el resto del mundo: "Estados Unidos ha sido arrogante y no se ha dado cuenta de las consecuencias de lo que hacía. Ha sido derrotado, el pueblo afgano ha ganado en el campo de batalla y ha liberado su país".

Mientras la Unión Europea se prepara porque el regreso de los talibanes podría desencadenar una crisis migratoria similar a 2015. Ese año un millón de personas llegaron a nuestro continente huyendo de Siria. Se frenó el flujo pagando a Turquía para que retuviera a los migrantes. Ahora se busca hacer lo mismo con los países vecinos de Afganistán, aunque Uzbekistán ha cerrado sus fronteras. Bruselas plantea movilizar 1.100 millones para que esos estados limítrofes se hagan cargo de los refugiados afganos. La cuestión ya ha comenzado a debatirse entre los ministros del Interior de los 27.

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, así lo asegura, "España aceptará la responsabilidad individual que le corresponda dentro de la Unión Europea".

Con el avión que ha llegado esta mañana, la base de Rota alberga a más de 1.700 afganos evacuados por Estados Unidos. 350 de ellos parten ya a su nuevo destino norteamericano en Virginia.