Todo puede ser objeto de subasta pública: desde un piso, hasta un terreno, local o plaza de garaje. La subasta es el último paso cuando no se ha conseguido cobrar las deudas en los pasos de embargo anteriores, explica la jefa adjunta de recaudación de la Delegación Especial AEAT en Castilla y León, Elena García.

A fecha de hoy, cinco viviendas se subastan en Castilla y León: una en León, otra en Palencia, una en Soria y dos en Valladolid, donde está la de mayor valor, por 125.000 euros. Todas se pueden consultar en la página del Boletín Oficial del Estado. A golpe de clic en una página web, cualquier persona con identificación digital puede entrar y pujar. Es un proceso abierto y online que dura 20 días. Ya no existen las pujas presenciales.

Para subastar una vivienda, la Agencia Tributaria no necesita el consentimiento del propietario. Si la mayor puja es demasiado pequeña en proporción a la deuda,  la subasta se deja desierta y se intentará de nuevo. De lo contrario, se estaría perjudicando al deudor porque cancelaría un importe de deuda muy pequeño.

Las deudas tributarias con Hacienda prescriben a los cuatro años, salvo que haya notificaciones de la Administración, en ese caso, los cuatro años volverían a reiniciarse.