La remodelación en el partido popular, el nuevo cambio de rumbo sobre el que aún no se ha pronunciado su presidente Pablo Casado, introduce nuevas variables en una ecuación política  abierta a más de un resultado. La primera operación que puede condicionar es la negociación de los presupuestos.

Un año después de su nombramiento como portavoz del Partido Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo abandona su cargo aunque no comparte los motivos y los califica de desdichados.

Pablo Casado apostó por ella pese a las voces dentro del partido que le desaconsejaban esa opción. Durante estos meses se ha acusado a Álvarez de Toledo de tener un perfil demasiado duro.

Ella se defiende y lamenta la falta de libertad que ha tenido. Un cambio de cromos con el que se intenta dar una imagen más moderada desde el Partido Popular. Su cargo lo ocupará previsiblemente Cuca Gamarra y perfiles como Martínez Almeida o Ana Pastor cobrarán fuerza en ese proceso de reconstrucción.

Un movimiento que puede desbloquear las negociaciones con el Partido Socialista para alcanzar un pacto por la justicia y elaborar unos presupuestos.