La Junta de Castilla y León priorizó el derecho a la vida con el acuerdo del adelanto del toque de queda en la Comunidad, que entiende como necesario y que desde su aplicación ha permitido reducir un once por ciento los contagios. El presidente de la Junta, Fernández Mañueco, ha presentado en rueda de prensa las alegaciones ante el Tribunal Supremo al recurso del Gobierno contra esta decisión que, como autoridad, firmó el pasado 15 de enero, y que adelantó el toque de queda en la Comunidad de las 22 a las 20 horas.
“El toque de queda era, es y seguirá siendo necesario”, defendió Fernández Mañueco en su comparecencia, en la que se mostró convencido de la decisión que adoptó para proteger la vida y hacer el menor daño a la economía, aunque afirmó que, si fuera tumbado por el alto tribunal, la Junta cumplirá “de inmediato la decisión”, si bien se mostró confiado en que se les dé la razón.