El Ejecutivo busca la complicidad de los ayuntamientos para limitar fiestas, celebraciones y actos multitudinarios. Algunos alcaldes defienden su gestión y mantienen sus compromisos culturales y festivos previstos para los próximos días y aseguran que cumpliendo las medidas de seguridad "no hay ningún peligro".

"Hemos sido prudentes a la hora de programas los actos", defiende el alcalde de la localidad vallisoletana de Boecillo, Raúl Gómez, que junto al municipio de Arévalo celebran sus fiestas. Desde la Diputación de Ávila, su presidente asegura que no es el momento y denuncia que las mascarillas no sigan siendo obligatorias: "No es año de verbenas y no es año de comidas populares".

Por su parte, la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias, Ángeles Armisén, pone el foco en el uso de las mascarillas: "Por las medidas que anunció el presidente del Gobierno sobre que ya no era necesaria la mascarilla en exteriores, no quiere decir que el virus no siga existiendo".

Prometen reforzar las medidas de seguridad para evitar botellones que, además de estar prohibidos, son un importante foco de contagio. Aseguran que limitar el horario del ocio nocturno no será una solución.