La comunidad científica recibe con entusiasmo el mayor estudio genómico del cáncer que cambia por completo el mapa de la enfermedad.

Se han comparado los genomas de 2.600 pacientes con el genoma de su cáncer y el genoma humano tipo, la conclusión: hay alteraciones muy tempranas que hasta ahora no se tenían en cuenta y sí son relevantes para desarrollar cáncer.

Estamos más cerca de prevenir el cáncer pero también de desarrollar gracias a estos datos nuevas terapias eficaces. Es una carrera de fondo que llevará a que en cinco años, el número de pacientes de cáncer secuenciados será de 60 millones, porque para derrotar al enemigo lo primero es conocerlo.