En Castilla y León, las calefacciones aportan entre un 50 y un 60% de las emisiones. Para reducirlo son necesarios equipos eficientes. La tecnología ha permitido que ahora se pueda aprovechar el aire exterior para producir energía y contaminar menos.

Juan Ángel Pérez cambió su caldera de propano por aerotermia no solo por el ahorro energético sino también económico. Antes pagaba aproximadamente 800 euros cada 45 o 55 días, ahora según las estimaciones que Juan ha hecho va a ahorrar "entre un 50 y 55%".

La aerotermia necesita dos equipos: uno exterior que coge el calor del aire y otro interior que lo transforma en energía. El calor del aire se introduce en el depósito de inercia situado dentro de la vivienda y "desde ahí es la máquina la que nos va a dar bien prioridad para el agua caliente y calefacción si lo necesitara", nos contaba Ricardo Sánchez, instalador de Aerotermia Energía Valladolid. 

La demanda de estos sistemas está creciendo porque la normativa exige el uso de energías renovables en nuevas obras. "La gente quiere comodidad quiere ahorro, es una energía renovable", indica uno de sus instaladores. Además, desde Ingeniería de Consultora se considera que "de aquí al año 2040 prácticamente vamos a tener que ser neutros en CO2".