La fauna salvaje no solo provoca daños en los cultivos, también es la responsable de numerosos accidentes cada año en nuestras carreteras. Sólo este fin de semana, tres personas han sido trasladadas al hospital porque se chocaron con corzos mientras iban en bici y en moto. Por eso, la Junta de Castilla y León ha vuelto a tratar las cunetas, se pulveriza un líquido que repele a los animales. Esta sustancia es una mezcla de feromonas de orina de lobo y de grandes depredadores con una resina pegante. Un repelente que se ha mostrado muy eficaz para corzos, ciervos y jabalís.
 
Este repelente disuade a los animales silvestres de acercarse a las carreteras y está siendo aplicado en seis tramos de carretera de la red autonómica de la provincia de Ávila. Según la Dirección General de Tráfico, esta técnica permite reducir la accidentalidad en tramos con especial concentración de fauna salvaje en un cuarenta y cinco por ciento. Un método que ya se ha aplicado también en Burgos, Palencia o Soria.