Burgos es la segunda provincia de toda España (y la primera aquí, en Castilla y León) donde los agricultores tienen que dar más partes al seguro por culpa de daños provocados por la fauna salvaje. Principalmente son plagas de conejos que arrasan con gran parte de los terrenos, e incluso les destrozan casi la mitad de lo cultivado. Sólo la provincia de Cuenca superó a Burgos en siniestros causados por la fauna silvestre sobre cultivos el años pasado, se tramitaron más de seiscientos partes. Sin olvidar, según los agricultores, los estragos que causa el corzo en las viñas, en la zona de la Ribera del Duero y Arlanza. Son conscientes de que siempre ha habido animales, pero dicen que nunca a este nivel. Estos daños pueden provocar pérdidas de unos doce mil euros.
 
También destacan los partes tramitados por pedrisco, heladas o incendios, que en 2019 ascendieron a casi dos mil. Desde el sector dicen que no están dispuestos a asumir estos daños en sus cultivos y seguirán reclamando lo que es suyo.