El momento para empezar a relajar el uso de las mascarillas se acerca, al menos en exteriores como ya ocurre en Israel o Estados Unidos: "Se sabe desde hace tiempo que la posibilidad de contagio a través de aerosoles es menor", explica el pediatra expertos en vacunas, Roi Piñeiro. Por esta razón, destaca que en un espacio abierto y con distancia adecuada, el uso de la mascarilla "roza lo absurdo". Los expertos inciden en que el riesgo está en el interior donde hay poca circulación del aire y si la cantidad de gente no permite mantener la distancia. Sugieren que, incluso, en lugares cerrados y entre personas vacunadas tampoco tendría sentido.

Sin embargo, hay otros virólogos que son más cautos y prefieren esperar a llegar al 70% de la población vacunada: "Hasta que no se sepa si las vacunas detienen la trasmisión, es un poco imprudente relajar las medidas", destaca el virólogo Víctor Jiménez. Los más conservadores prefieren esperar también a conocer el efecto de las variantes.