Pablo Noreña trabajaba como secretario de Agricultura en la Embajada española en India, donde residía desde hace trece años. En este escenario dramático que vive el país, el coronavirus afectó primero a su esposa y a la madre de esta. Después él se contagió de la enfermedad que le atacó de modo más virulento. Allí nada es fácil, ni siquiera ingresar en un hospital con garantías, algo que logró cuando ya habían empeorado los síntomas: "Le proporcionaron un centro en el que no había ni médicos y después, pasó a otro hospital donde tenían oxigeno", explica su hermano David. Él vive esta pérdida con la tristeza añadida de la distancia.

Su familia hizo lo que pudo, como tratar de conseguir 'tocilizumab', un medicamento que no lograron mandar a la India por trabas burocráticas y que, aunque se le logró administrar, no fue suficiente. Pablo Noreña solo tenía 50 años.