Economía

Las empresas de transporte discrecional se ahogan sin viajes contratados

El 85% del trabajo de Autocares Víctor Bayo, en Aranda de Duero, es rutas escolares, eventos como bodas o circuitos turísticos

Lidia Corral

En los años setenta, Víctor era taxista y decidió comprarse un autobús. Cincuenta años después su flota cuenta con casi 40 autocares. Sus vehículos han recorrido miles de kilómetros. También fuera de nuestras fronteras. Pero nunca se habían enfrentado a una situación así. "Es muy difícil, esto puede llevar a la ruina", lamenta Víctor Bayo, fundador de la empresa.

El 85 por ciento de sus servicios son discrecionales: circuitos turísticos, eventos como bodas, y sobre todo, rutas escolares. "Trabajamos en función del mercado, que evidentemente está parado", asegura Yolanda Bayo, gerente.

Por eso critican un trato vejatorio hacia ellos, las líneas regulares mantienen su subvención, y a esta empresa se les ha cancelado el contrato de, por ejemplo, rutas escolares. Sus ingresos ahora están a cero. Además coincide con los meses más fuertes: abril, mayo y junio suponen la mitad de su facturación anual.

Con sus autobuses acumulando polvo y envejeciendo cada día, pide ayuda a las administraciones. Moratorias en los préstamos y flexibilidad en los ERTES.